Cuerpo Inerte, de Sacerdote Secuestrado, Encontrado en Navidad

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Un sacerdote católico fue sacado de un seminario, secuestrado y encontrado muerto en Guerrero, el mismo estado mexicano, situado al sur del país, en donde 43 estudiantes habían sido secuestrados y probablemente muertos en septiembre.

El cuerpo inerte del padre Gregorio López Gorostieta fue encontrado al lado de una carretera en el municipio de Tlapehuala, a 180 millas al sur de la Ciudad de México, dijo el padre Fidencio Avellaneda Reinoso, vocero de la diócesis de Ciudad Altamirano.

El padre Avellaneda le dijo al Catholic News Service que el padre López fue sacado a punta de pistola de un seminario, el 21 de diciembre y que posteriormente recibió un tiro en la cabeza, aunque se pronunció la asfixia como causa de la muerte, pues la boca y nariz habían sido selladas con cinta adhesiva.

“Hoy, comunico con gran pena que nuestro hermano Gregorio López Gorostieta ha partido hacia la casa de nuestro padre”, se decía en un mensaje colocado en la página de Facebook de la catedral de Ciudad Altamirano. “Que Dios perdone a quien ejecutó tan horrendo crimen”.

El asesinato del padre López se publicó en los titulares de noticias, llegando en un momento en el que el país continúa expresando su indignación por la desaparición y posible asesinato de estudiantes normalistas

Los padres de los desaparecidos pasaron la Noche Buena, fecha que tradicionalmente se pasa en celebración la familia, fuera de la casa del presidente mexicano, expresando sus protestas. Solamente el cuerpo de uno de los estudiantes secuestrados ha sido identificado.

El asesinato del sacerdote coincide con un mes en el que el presidente Enrique Peña Nieto anunció planes para poner en calma al país, con una iniciativa de envío de tropas y cuerpos policiales hacia la región de Tierra Caliente, en la jurisdicción de la diócesis de Ciudad Altamirano, en despliegue de fuerza para atacar a los grupos criminales.

La violencia de estos grupos ha paralizado al estado de Guerrero, uno de los estados más pobres de México, y la iglesia de la región ha sido perjudicada, especialmente en la diócesis de Ciudad Altamirano, en la que varios sacerdotes han recibido ataques en recientes años.

“La diócesis de Ciudad Altamirano ha sufrido enormemente como consecuencia de la situación que vive el país entero”, dijo el obispo Maximino Martínez Miranda en una declaración.

“Yo, como obispo, los sacerdotes y la comunidad de Dios protestamos y demandamos justicia y paz...’Ya basta’, es el clamor de todos los obispos de México y esta diócesis”. —CNS