Estudiantes Carentes de Documentos Encuentran Apoyo en Universidades Católicas

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Hace quince años, la rectora de una universidad dominica, localizada en las afueras de Chicago, supuso que una reforma completa de inmigración estaba a la vuelta de la esquina, muy cercana.

Y así fue que la universidad empezó a apoyar financieramente a estudiantes carentes de documentos (migratorios) simplemente porque, como lo expresó Donna Carroll: “Eso era lo que había que hacer correctamente”.

“Supuse que cuando llegara el tiempo de que esos estudiantes ingresaran a una institución superior o estuvieran próximos a graduarse el asunto ya se habría resuelto”, dijo la rectora de la universidad; pero ahora que el camino hacia la ciudadanía para estos estudiantes está poco claro, dijo que está frustrada por “lo tardado y prolongado del proceso de inmigración”.

“Es muy frustrante ver que se ha politizado tanto este asunto”, le dijo al Catholic News Service , el 4 de septiembre.

Carroll, que está a favor de una reforma de inmigración, es la primera en reconocer que “es un asunto complicado “ y también admite que su visión personal como rectora de una universidad es diferente a la de un abogado o a la de un político, pues los dirigentes académicos se enfocan en la labor de desarrollar y promover estudiantes con talento y de poner todos los medios para que el talento potencial no se desperdicie.

Y dice que siente la más fuerte afirmación proveniente de estudiantes que ven a su universidad “que hace un fuerte pronunciamiento “ y que brinda un lugar en donde los estudiantes que carecen de documentos se sientan seguros y apoyados.

Y por supuesto que no se encuentra sola en sus esfuerzos tampoco. Carroll ha contado con el apoyo de la orden religiosa fundadora de la institución, las hermanas dominicas de Sinsinawa, y también cuenta con el apoyo de otros rectores de universidades católicas que han hecho de las enseñanzas sociales católicas el motor que los impulsa para apoyar a estudiantes carentes de documentos.

Este año, la Escuela de Medicina Stritch, perteneciente a la Universidad de Loyola en Chicago, fue la primera escuela de medicina en la que se han admitido estudiantes carentes de documentos.

Estos dirigentes de instituciones educativas han dado un paso al frente, en medio de la ausencia de una legislación del Congreso para que se logre una reforma de inmigración, cuyos miembros han discutido el asunto sin hacer nada más. El vocero de la Cámara, John Boehner, R- de Ohio, dijo el 2 de septiembre que quizá el Congreso atienda la reforma de inmigración el próximo año si las condiciones son propicias.

Actualmente, por lo menos en 18 estados se han tomado determinaciones por las que se les permite a estudiantes carentes de documentos que ingresen a los planteles educativos con colegiatura de residentes de su respectivo estado.

Mediante un estudio realizado en el año 2013 por investigadores de varias universidades, como la Universidad de Fairfield, la Universidad de Loyola en Chicago y la Universidad de Santa Clara se encontró que cerca de unos 65,000 estudiantes que carecen de documentos terminan la escuela preparatoria cada año, pero solamente de un 5 a un 10 por ciento de ese número se anima a continuar sus estudios en una institución superior.

Stephanie Zavala, estudiante del último grado de la universidad dominica que aspiraba a titularse en sociología y estudios de la mujer y género, siempre dio por contado que asistiría a una universidad y fue aceptada en las escuelas a las que había enviado solicitud, pero se dio cuenta de que no podía pagar las altas colegiaturas.

Zavala, que llegó de México a los Estados Unidos con su familia cuando ella tenía dos años de edad, se puso en comunicación con un grupo local que presta ayuda para familias de origen latino y recibió la referencia de un donador privado, lo que le permitió asistir a la Universidad Dominica, en donde ya había recibido una beca académica.

Tiene intenciones de obtener su título de maestría en trabajo social y de aplicar terapia a niños que sufren de autismo, utilizando ella la ayuda de animales. Por el momento, ella dice que a veces voltea la cabeza cuando está en clase, mira a su alrededor y se le hace difícil creer que está allí, en la escuela. “Es difícil describirlo. Es tan fuerte. Mi papá y mi mamá están muy orgullosos de mí y yo aprecio toda la ayuda que se me ha dado”, dijo.—CNS