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La Visita Del Papa Francisco a Los EE.UU

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En ocasión de celebrarse el VIII Encuentro Mundial de las Familias, que se realizará en Filadelfia del 22 al 27 de septiembre de 2015, el Papa Francisco hará su primer viaje a los Estados Unidos, donde tendrá un encuentro con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca el día 23 de septiembre. ¿Cuál es la trascendencia que tiene este viaje del Santo Padre? Para responder a esta cuestión hay que tener en cuenta el contexto en el cual el Papa realiza su viaje a los EE.UU, la situación de los católicos en este país. El motivo principal del viaje, obviamente, no es el encuentro con el presidente Obama sino con todos los católicos que se reunirán en Filadelfia. El Papa, como él mismo lo ha manifestado, considera importante ese viaje a los EE.UU para acercarse a la gente “para comprenderlos y ayudarlos en el camino de la vida”.

“Por eso es importante este viaje, para hacerme cercano al camino y a la historia de ustedes” (Entrevista realizada por la cadena de televisión ABC y retransmitida el día el 5 de septiembre de 2015/ ACI).

El Papa Francisco ha querido que la Sede del VIII Encuentro Mundial de Familias sea en EE.UU; dicho encuentro se realiza a pocos días del Sínodo de los Obispos sobre la Familia que se celebrará en el Vaticano del 4 al 25 de octubre del presente año. La venida del Santo Padre, en ese contexto, tiene una transcendencia particular, más aún en un país en el cual se ha legalizado el matrimonio homosexual por el Tribunal Supremo, la máxima instancia judicial en los EE.UU., en un ajustado fallo (5 votos a favor y cuatro en contra), en el sonado caso Obergefell. Desde el 26 de junio de 2015 es legal el matrimonio homosexual en los 50 estados que conforman este país. El presidente Obama ha considerado el controvertido fallo como “una victoria para América”, como un triunfo que consagra la igualdad ante la Ley y que hace de los EE.UU “una nación un poco más perfecta”. No cabe duda que, desde la enseñanza de la Iglesia, lo que el presidente Obama considera un triunfo y un avance para la consolidación del derecho a la igualdad, para el Papa Francisco sería una “derrota” que la sociedad americana se inflige a sí misma, un retroceso en el desarrollo moral, un verdadero atentado contra la familia. En una línea continua, hasta al Papa Francisco, la Iglesia ha mantenido y profundizado su enseñanza sobre el matrimonio y la familia. Hay un núcleo doctrinal básico que la Iglesia siempre mantendrá inalterable. A ese núcleo básico pertenece, por ejemplo, que al matrimonio es la unión indisoluble entre un varón y una mujer, la apertura a la vida.

El Papa encontrará en EE.UU una sociedad marcada por muchos contrastes, donde el proceso tecnológico, el bienestar material, no van de la mano con el desarrollo moral y espiritual, haciendo de América una nación “un poco menos perfecta”. En una entrevista concedida por Mons. Charles Chaput (Arzobispo de Filadelfia) a Andrea Tornelli de Vatican Insider, en noviembre del año pasado, luego de la confirmación de que el Papa Francisco visitaría Filadelfia, se pone evidencia algunos de esos contrastes en EE.UU. Mons. Charles Chaput señalaba: “En Estados Unidos, en 2011, más de un millón de niños fueron abortados. En ese mismo espacio de tiempo, unas tres mil personas murieron de desnutrición […], en el contexto católico de Estados Unidos, se dan más de 300 veces más muertes cada año a causa del aborto que del hambre. Por eso el aborto y otros temas sobre la ‘santidad de la vida’ tienen tanta importancia en mi país” (ACI/Vatican Insider, 27 de noviembre de 2014).

El Arzobispo de Filadelfia señala con toda claridad: “A menos que se impregne de una vigorosa fe religiosa, la cultura norteamericana se convierte muy fácilmente en egoísta e hipermaterialista. Esto es una paradoja porque los americanos son, al mismo tiempo, muy generosos”.

En varias ocasiones los obispos de EE.UU han levantado su voz contra las pretensiones del gobierno de querer implementar una serie de políticas relativas a los servicios de salud, materia laboral, leyes de inmigración, y otros, que la Iglesia considera atentatorios contra la libertad de conciencia. En marzo del año 2012, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) aprobó el documento titulado “La primera y más preciada de nuestras libertades: Declaración sobre la libertad religiosa”. Ese mismo año el Tribunal Supremo (con cinco votos a favor y cuatro en contra) aprobó la reforma sanitaria propuesta por el presidente Obama. Los obispos de Estados unidos han manifestado su apoyo a algunas iniciativas del gobierno, como la mayor apertura en favor de los inmigrantes; pero, mantienen una férrea oposición a las políticas del gobierno sobre temas como la anticoncepción, el aborto, al redefinición del matrimonio, entre otros. El Papa es plenamente consciente de ese clima de tensión existente.

Los católicos en EE.UU no se han quedado inactivos, desde diversos foros y colectivos muchos han luchado en defensa del valor de la vida, la dignidad del matrimonio concebido como unión indisoluble entre un varón y una mujer. En Estados Unidos, como decía Mons. Charles Chaput, en la entrevista que hemos citado, con frecuencia se suele etiquetar como “conservadores” (como una forma de descalificarlos) a los católicos comprometidos que se mantienen fieles a la enseñanza de la Iglesia en temas referidos a la defensa de la vida, el matrimonio y la familia, no obstante esos católicos también estén comprometidos con la ayuda a los más pobres. El Papa Francisco viene a EE.UU para manifestar su cercanía a todos los católicos, para acompañarlos en ese camino de la vida, para animarlos en su fe.

En el VIII Encuentro Mundial de las Familias que se realizará en Filadelfia, así como en el Sínodo de los Obispos sobre la Familia que se celebrará en El Vaticano, se ratificará la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio.  En ese sentido no cabe esperar que la Iglesia pueda aceptar, ni remotamente, una forma distinta de matrimonio que no sea la unión indisoluble entre un hombre y una mujer libre de impedimentos. Esto no supone que la Iglesia permanezca indiferente ante los problemas reales que viven muchos fieles católicos, como por ejemplo aquellos que por diversas razones se ha separado, se han divorciado civilmente y vueltos a casar. La misericordia de Dios alcanza a todos.

El Papa Francisco ha dado muestras de mucha apertura; pero, sin sacrificar la verdad del Evangelio. La presencia del Papa en los EE.UU., será motivo de mucha alegría para los católicos que se mantienen fieles a la Iglesia, pero también no dejará de poner nerviosos a quienes no comulgan con el estilo del Papa, con su forma de decir las cosas con toda claridad y valentía.

¡Bienvenido Santo Padre! Vicario de Cristo en la tierra, los católicos de los EE.UU te recibimos con los brazos abiertos, ávidos de escuchar tus enseñanzas y sentir tu cercanía.