El Cardenal Agradece a Dios por El ‘Regalo’ de Cursillo

Posted

En el pintoresco Santuario Mariano en Stony Point, el cardenal Dolan celebró la misa durante la vigésima tercera conferencia arquidiocesana anual de Cursillo conocida como Ultreya de Campo, una reunión de casi 4.000 hombres, mujeres y niños que duró todo un día.

“Damos gracias a Dios por el regalo de Cursillo en Su Iglesia”, dijo el cardenal Dolan en su homilía en la conferencia del 18 de agosto cerca de una gran área de picnic del Centro de Retiros Don Bosco del santuario. El cardenal agradeció a los sacerdotes y líderes de Cursillo que ayudaron a organizar la misa al aire libre.

La liturgia fue seguida por un festivo picnic con muchas familias, muchas familias parroquiales y una familia de la Iglesia, incluyendo adolescentes y otros jóvenes que jugaban fútbol y voleibol, y lanzaban frisbees en un campo cercano.

En el picnic, los participantes compartieron sus ideas acerca de los mensajes y temas del Cursillo del día, con conversaciones similares durante las reuniones grupales de hombres y mujeres. Después, más de una docena de mujeres rezaron a los pies de la gran estatua de la Virgen del Rosario que se encuentra en la propiedad, mientras que otros asistentes del Cursillo tomaron fotos de la estatua de 48 pies de bronce bajo el caliente sol de la tarde.

“Escuchamos a Jesús en el Evangelio (de Lucas) decirnos que ha venido a encender un fuego”, dijo el cardenal Dolan. “Sabemos lo que sucedió el domingo de Pentecostés, cuando Dios el Padre y Dios el Hijo enviaron al Espíritu Santo como fuego. Sabemos que el fuego puede destruir, y sabemos que el fuego puede crear... Observamos los terribles incendios forestales, o de la casa de una familia; pero también podemos ver como el fuego puede quemar un tumor canceroso”.

“Pensamos en el fuego en un horno como algo que convierte la arcilla en una hermosa pieza de cerámica. Pensamos en el fuego que puede asar y cocinar un bistec”, dijo el cardenal. “Entonces Jesús quiere usar el fuego para destruir y construir. Jesús quiere quemar y destruir nuestros pecados. Jesús quiere quemar y destruir el mal y la oscuridad en el mundo. Y Jesús también quiere que su fuego arda en nuestro corazón con fe, esperanza y caridad”.

El cardenal dijo que la meta de los fieles es ver que la vida de Jesús y nuestro amor y fe en Él ardan en nuestro corazón y alma.

El cardenal Dolan concluyó: “¿Puedo agradecerles (miembros de Cursillo), porque dan un hermoso ejemplo de corazones ardiendo de amor por Jesús y su Iglesia? En un mundo donde a veces el fuego de la fe y el amor se apaga y se extingue, ustedes dan un ejemplo de un amor ardiente y una fe ardorosa en Jesús y su Iglesia. Se los agradezco y les amo por eso.

La reunión de Cursillo, incluyendo la misa, se realizó en español. El cardenal pronunció gran parte de su homilía en inglés, con el padre John Higgins sirviendo de intérprete. El padre Higgins, concelebrante, es párroco de la parroquia de Holy Cross en el Bronx, donde se encuentra el Cursillo arquidiocesano. El es el director espiritual del Cursillo arquidiocesano.

Al principio de la misa, el cardenal agradeció a los fieles por su paciencia con su español, un comentario alegre que fue respondido con risas y la aprobación de los esfuerzos del pastor arquidiocesano.

Una palabra común entre quienes se dirigieron al público fue “ultreya”, de origen español y significa “sigue adelante” o persevera. También fue popular la frase “de colores”, a manera de recordatorio de los momentos alegres en los que el amor absoluto e incondicional de Dios es especialmente vívido.

El Cursillo en el cristianismo fue fundado en 1944 en España. Sigue siendo un movimiento apostólico mayormente hispanohablante de la Iglesia que intenta dar vida a las verdades cristianas esenciales en la “singularidad, originalidad y creatividad de la persona”. Cursillo ofrece renovación espiritual o renacimiento, a través de un curso de Cursillo que dura tres días dando comienzo a una membresía.

Los líderes del Cursillo Arquidiocesano Manuel De La Cruz y Confesor García coordinaron la reunión del 18 de agosto y se unieron a otros líderes del Cursillo Arquidiocesano que hablaron, incluyendo a Yolanda Faña y Manuel Vidal. Todas las personas que hablaron ofrecieron palabras de agradecimiento y aliento a los compañeros líderes y a todos los miembros e invitados que asistieron. El orador principal fue Vicente Rodríguez, director de la escuela Cursillo en la arquidiócesis.

“Nuestra Madre Iglesia, la Iglesia Católica, se preocupa por sus hijos e hijas”, dijo Rodríguez en sus comentarios. “El Espíritu Santo, que la guía, a veces hace surgir movimientos dentro de la Iglesia para ayudarnos a todos. Y así surgió Cursillo en el cristianismo. Hoy somos parte de este movimiento que nos da herramientas; y todos sabemos cuáles son esas herramientas: grupos de amistad y el ultreya (avanzar, seguir adelante, perseverar)”.

A pesar de los desacuerdos y conflictos dentro del movimiento Cursillo, la sociedad y cada aspecto de la vida, Rodríguez instó a los fieles a perseverar “como un humilde representante de Cristo”, y dar un ejemplo a sus amigos en todo momento.