Fieles Dominicanos Honran a Nuestra Señora de la Altagracia en Misa de la Catedral

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Nuestra Señora de la Altagracia es un símbolo de unidad y un ejemplo de fe inquebrantable para la República Dominicana y su gente, dijo el obispo auxiliar Carlos Tomás Morel Diplán de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros a los 900 files que asistieron a la misa anual en honor a Nuestra Señora de la Altagracia en la Catedral de San Patricio.

El obispo Diplán fue el celebrante principal y homilista de la liturgia celebrada el 12 de enero.

La misa es una demostración de fe y nacionalismo. Banderas y símbolos de la cultura dominicana adornaron los escalones del santuario. La gente agito pequeñas banderas de mano durante las procesiones de apertura y clausura, y muchos estaban vestidos de azul, rojo y blanco.

El día de fiesta para Nuestra Señora de Altagracia, patrona de la República Dominicana, es el 21 de enero. La misa de la catedral de este año se ofreció el 12 de enero, según el comité de misa y la oficina del Ministerio Hispano arquidiocesano, para evitar conflictos con las celebraciones parroquiales en toda la arquidiócesis.

Al principio de su homilía, el obispo Diplán instó a la Santísima Madre a interceder en nombre de las familias de la República Dominicana. En las dos primeras semanas de 2020 se han reportado cinco asesinatos de mujeres a manos de sus cónyuges o novios en la nación caribeña.

“Nuestros hogares son los cimientos de nuestra moral”, dijo el obispo Diplán. “La falta de respeto y el maltrato físico de las mujeres que son nuestras madres, hermanas, esposas y tías no deben ser tolerados”.

El obispo Diplán también habló sobre la crisis mundial que ataca la fe y la moral. Hay demasiadas distracciones y no hay tiempo suficiente para Dios, dijo el obispo.

“Hablamos de vivir en un mundo libre y amamos nuestra libertad, pero hay demasiadas personas que viven en la esclavitud y son ajenas a ella. Son esclavos de los placeres, el poder y los deseos. Ruego para que ellos se liberen de su propia arrogancia, orgullo y ego”, dijo el obispo Diplán.

El sugirió que los dominicanos reunidos en la catedral emularan la fe de la misma manera incondicional con la cual lo hizo la Santísima Madre cuando ella aceptó la oferta de Dios de ser la madre de Jesús. Muchas mujeres dominicanas crecen con una relación personal con la Santísima Madre, ya que un gran número de niñas precisamente reciben el nombre de Altagracia.

Belkys Ravelo-Paulino ha llamado a la ciudad de Nueva York su hogar por casi 50 años desde que dejó su amada República Dominicana. A pesar de venir a los Estados Unidos cuando era una adolescente y de vivir su vida adulta como neoyorquina, ella dice que nunca se ha olvidado de su fe o las tradiciones de su tierra natal.

“Esta misa es muy especial para mí”, dijo a CNY la señora Paulino, feligresa de la parroquia de la Ascensión en Manhattan. “Vengo todos los años desde que tengo memoria, incluso antes de convertirme en parte del comité de Altagracia. Siempre me tomo el tiempo para venerarla y honrarla, desde una edad temprana siempre he puesto mis oraciones y mi fe en sus manos”.

Francisco Romano, que estaba vestido con atuendo típico tradicional, fue uno de los presentadores de los regalos de ofrenda. El residente del Bronx y nativo de la ciudad capital de Santo Domingo contó a CNY acerca de lo que siente por la Santísima Madre.

“Nuestra Señora de Altagracia es lo más preciado en mi vida como dominicano”, dijo Romano, feligrés de la parroquia del Sagrado Corazón en la sección Highbridge del Bronx. “Es una tradición de devoción que se me enseñó cuando era niño y yo he tratado de inculcar esto en mi propia familia y en mis propios hijos”.

Los números más recientes indican que aproximadamente 700.000 dominicanos viven en la ciudad de Nueva York.

La fiesta de Nuestra Señora de Altagracia se celebra como fiesta nacional en la República Dominicana. En el país de más de 10 millones, el 95 por ciento son católicos.

Innumerables peregrinos viajan anualmente a la Basílica de Nuestra Señora de Altagracia en la ciudad de Higuey en Altagracia.