Misa en Staten Island Ofrecida por Las Víctimas en Sri Lanka

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El cardenal Dolan ofreció una sentida homilía en Staten Island el Día de la Madre en memoria de las víctimas de los atentados terroristas del Domingo de Pascua en Sri Lanka, los cuales dejaron más de 250 muertos y cientos de heridos.

“Le ofrezco a nuestra amada comunidad esrilanqués mi simpatía y que pueden contar con mis oraciones... Este ha sido un terrible momento para ustedes después de los horribles atentados”, dijo el cardenal. “Los queremos mucho a todos y los apreciamos aqui en la arquidiócesis de Nueva York. Estamos felices de que estén con nosotros. Aunque entiendo que parte de su corazón esta todavía de vuelta en Sri Lanka”.

El cardenal fue el celebrante principal de la misa del 12 de mayo en la Iglesia St. Adalbert en Morningstar Road. Las 420 personas que asistieron incluyeron dos familias que perdieron a sus seres queridos en los atentados contra iglesias y hoteles el mes pasado en Sri Lanka.

“Era la hija de mi cuñada y sus tres bebés, y el hijo de mi cuñada y sus dos bebés”, dijo Mary Ciciley Peries, una feligresa de la parroquia de St. Adalbert-St. Roch, en una breve entrevista después de la misa durante la cual ella se llenó de un sentimiento muy triste como para poder continuar.

Los jóvenes, llamados cariñosamente “bebés” por la Sra. Peries, tenían entre 6 y 18 años. Las siete víctimas murieron mientras asistían a misa en la Iglesia de San Sebastián en Katuwapitiya. Se han realizado múltiples arrestos en los atentados.

El distrito de Staten Island es el hogar de una gran comunidad esrilanqués.

“Este es un momento para Jesús”, dijo una agradecida Sra. Peries sobre la misa de solidaridad en memoria de sus seres queridos que perdió y los demás muertos que resultaron de los atentados. “Están muertos para Jesús, para la religión. Confío entonces que estén ahora en el cielo. Estamos muy tristes. No podemos olvidarlos. Nunca podremos olvidar este triste momento...”

Ella y los miembros de su familia se sentaron juntos con la otra familia en las bancas de adelante en la iglesia. El cardenal los reconoció en su homilía y habló con ellos pastoralmente después de la misa.

La liturgia se ofreció más que todo en inglés y parte en cingalés, uno de los principales idiomas de Sri Lanka.

“Sri Lanka ha estado en la Colina del Calvario”, dijo el cardenal Dolan en sus comentarios de apertura, asegurando el continuo apoyo en oración de parte de la comunidad arquidiocesana.

“Cuando se ve esa devastación y sufrimiento, lo cual entiendo ha afectado a muchos de ustedes personalmente, con sus familias y vecinos de vuelta a casa, eso nos duele”, dijo el cardenal en su homilía.

“Así que, por favor, escúchenme decir como su párroco que tienen nuestro amor, nuestro apoyo, nuestra simpatía y nuestra oración... Esta misa en solidaridad con ustedes y la gente que sufre, la gente asustada en sus hogares en Sri Lanka, es un día especialmente bendecido”.

El cardenal Dolan continuó hablando sobre el significado del 12 de mayo, que en este caso fue Domingo del Buen Pastor y también el Día de la Madre, destacando el cuidado mostrado por las madres y los párrocos, y el amor que ambos expresan a través de sus acciones protectoras.

El cardenal denunció el aumento en la persecución de cristianos y personas de otras religiones en todo el mundo. “Estamos todos juntos en esto... San Pablo enseña que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, y cuando un miembro del Cuerpo sufre, todos sufrimos”, dijo el cardenal.

“Así que cuando Sri Lanka sufre, todos sufrimos... Jesús es el Buen Pastor. Y a menudo llamamos a la Iglesia “la Santa Madre Iglesia”, y dentro de la Madre Iglesia está nuestra Santísima Madre, la Madre de Jesús...”

“Le pedimos a Jesús el Buen Pastor, a través de la intercesión de María Nuestra Señora Auxiliadora, que ayude, proteja, guíe y sane a los que están en Sri Lanka y a quienes los afligen. Y le pedimos a Jesús el Buen Pastor, a través de la intercesión de Nuestra Señora de la Ayuda de los Cristianos, que proteja a los cristianos de todo el mundo, quienes trágicamente están literalmente siendo amenazados y perseguidos”.

El padre Nalaka Silva, O.M.I., vicario parroquial en la parroquia de St. James en Woodbridge, Nueva Jersey, quien se desempeña como coordinador de la comunidad católica esrilanqués en Nueva York y Nueva Jersey, hizo los comentarios finales en la misa. Las luces de la iglesia fueron apagadas y los miembros de la congregación sostuvieron velas encendidas mientras se cantaban suaves himnos en el idioma cingalés con acompañamiento de órganos. Luego, el padre Silva dirigió a todos en la oración del Padre Nuestro y Ave María por las víctimas de explosiones en Sri Lanka.

El padre Silva agradeció al cardenal Dolan por ofrecer la misa, y agradeció a todos los clérigos y feligreses por su participación. “Los ataques terroristas del domingo de Pascua estuvieron dirigidos a las personas más inocentes, incluyendo a niños”, él dijo.

En la misa, “sentimos el verdadero amor que nos une como si fuéramos solamente uno”, dijo el padre Silva, quien celebra la misa mensual esrilanqués en la iglesia de San Adalberto.

Roy Appuhamy, un feligrés de la parroquia de San Adalberto, se sentó cerca del frente de la iglesia. Él dijo a CNY que su suegra murió en los atentados. Appuhamy añadió que la misa ofrecida en memoria de su suegra y todas las víctimas le brindaron un gran consuelo.

“Estoy muy agradecido”, él dijo. “Esto es muy especial para nosotros”.

También estuvieron presentes el embajador Rohan Perera, representante permanente de Sri Lanka ante las Naciones Unidas, y el obispo David de la Diócesis Ortodoxa Copta de Nueva York y Nueva Inglaterra, así como el abogado de distrito de Staten Island, Michael McMahon, además de representantes de la comunidad budista local.

Entre los cerca de 20 concelebrantes se encontraban el obispo auxiliar John O’Hara, vicario episcopal de Staten Island; monseñor Peter G. Finn, decano de Staten Island y párroco del Santísimo Sacramento; monseñor Kevin Sullivan, director ejecutivo de Caridades Católicas arquidiocesanas; y el padre Albin Roby, párroco de St. Adalbert-St. Roch.