Papa, Patriarca Copto Honran a Mártires, Urgen Unidad

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Colocando flores, encendiendo velas y orando en el lugar donde decenas de cristianos coptos ortodoxos fueron asesinados el año pasado por militantes del Estado Islámico, el papa Francisco y el papa Tawadros II de la Iglesia Copta Ortodoxa rindieron homenaje a aquellos que fueron asesinados por su fe.

El papa Francisco y el papa Tawadros hicieron una corta procesión a la Iglesia de san Pedro, donde 29 personas resultaron muertas y 31 heridas el 11 de diciembre pasado. La feligresía entonó una canción de mártires y algunos hicieron sonar platillos bajo el cielo nocturno.

Dentro de la pequeña iglesia, los líderes de otras comunidades cristianas en Egipto, así como el patriarca ecuménico Bartolomé de Constantinopla, estaban sentados ante la congregación, la cual incluía familiares de las víctimas. Una parte de una pared del complejo estaba salpicada con sangre y encima colgaban fotos de los que murieron. Algunas de las columnas de piedra de la iglesia estaban agujereadas por los escombros o fragmentos de metralla que se esparcieron con la explosión.

Cada uno de los ocho líderes cristianos sentados ante la congregación, empezando por el papa Francisco, leyeron un verso de las bienaventuranzas del Evangelio de san Mateo. El papa Francisco y el papa Tawadros entonces pronunciaron una pocas palabras en oración y se dieron un abrazo de paz.

Encabezados por el papa Francisco, los ocho líderes fueron a la parte de atrás de la iglesia, donde cada uno encendió una pequeña vela y colocó flores blancas bajo las fotos de los mártires. El papa Francisco se agachó para tocar la pared manchada de sangre y se persignó.

Previo a ello, en un gesto significativo e histórico hacia una mayor unidad cristiana, el papa Tawadros y el papa Francisco firmaron un acuerdo para ponerle fin a un antiguo desacuerdo entre las dos Iglesias sobre el sacramento del bautismo.

La Iglesia copta ortodoxa le requería a nuevos miembros que llegan de la mayoría de Iglesias no coptas—incluyendo aquellos que previamente habían sido bautizados como católicos—que fueran bautizados otra vez. La Iglesia Católica reconoce todos los bautismos cristianos, realizados con agua y en “el nombre del padre, hijo y espíritu santo”. Los ortodoxos que ingresan a la Iglesia Católica son recibidos como miembros plenos y no son bautizados nuevamente.

Ambos líderes se unieron en una declaración conjunta: “Mutuamente declaramos que nosotros, unidos en mente y corazón, buscaremos sinceramente que no se repita el bautismo, que ha sido administrado en alguna de nuestras Iglesias, en cualquier persona que desee unirse a la otra”.

El documento fue firmado durante una visita de cortesía al papa Tawadros el 28 de abril en la catedral copta ortodoxa. En su discurso al papa Tawadros y otros líderes coptos ortodoxos, el papa Francisco expresó: “La sangre inocente de cristianos indefensos fue cruelmente derramada”. Les dijo que era esa sangre inocente la que “nos une”.

“Sus sufrimientos también son nuestros sufrimientos”, dijo el papa el primer día de la visita de dos días a la capital de Egipto.

Alentó a los católicos y ortodoxos a que trabajen fuerte para “oponerse a la violencia predicando y sembrando bondad, promoviendo la concordia y preservando la unidad, rezando para que todos estos sacrificios puedan abrir el camino a un futuro de plena comunión entre nosotros y a la paz para todos”.

El papa Tawadros, en su discurso, dijo que el papa Francisco estaba siguiendo los pasos de su homónimo, san Francisco de Asís, quien visitó Egipto hace casi mil años para encontrarse con el Sultán al-Kamel y comprometerse en “una de las más importantes experiencias de diálogo intercultural en la historia—un diálogo que hoy es renovado con su visita”.

Llamando al papa Francisco uno de los símbolos de paz “en un mundo atormentado por conflictos y guerras”, el líder ortodoxo subrayó que el mundo estaba sediento de esfuerzos sinceros por propagar paz y amor, y detener la violencia y el extremismo.

El papa Tawadros dijo que la visita del papa Francisco “es un mensaje para el resto del mundo”, que muestra a Egipto como un modelo de respeto y entendimiento mutuo.—CNS