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Perú: Una Tierra de Esperanza

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Viaje Apostólico del Papa Francisco

El domingo 21 de enero de 2018 el Papa Francisco concluyó con su Vigésimo Segundo Viaje Apostólico (a Chile y Perú). Desde el momento en que el Papa Francisco pisó suelo peruano, en el aeropuerto Jorge Chávez, el día jueves 18 de enero de 2018 a las 4:32 pm horas (hora de Lima), la gente se volcó literalmente a las calles. Ese día de su llegada, durante todo el trayecto que va desde el aeropuerto hasta la Nunciatura Apostólica (varios kilómetros de recorrido), no había un metro cuadrado de espacio, a lo largo del recorrido, que no esté ocupado por personas esperando al Papa; y esto sucedió también durante todos los desplazamientos del santo Padre, en Puerto Maldonado, Trujillo y Lima. La multitudinaria y calurosa acogida del pueblo peruano, durante los cuatro días que duró la visita del papa Francisco al Perú, ha impresionado al mismo Papa.

En su visita a Puerto Maldonado, la capital de la Región Madre de Dios, el día 19 de enero de 2018, el papa Francisco expresó una clara defensa de las poblaciones amazónicas, en contra de la explotación irracional de los recursos naturales, la tala indiscriminada, la minería ilegal; contra la “cultura del descarte”, la “trata de personas”, a la cual el Papa llama por su verdadero nombre: “Esclavitud”, la misma que resulta intolerable en nuestro tiempo y debe ser totalmente erradicada.

En su discurso en el Patio de Honor del Palacio de Gobierno en Lima, el día 19 de enero de 2018 (después de haber visitado Puerto Maldonado), el Papa Francisco dijo: “Vengo a Perú bajo el lema «unidos por la esperanza. Permítanme decirles que mirar esta tierra es de por sí un motivo de esperanza”. Señaló también que “...la esperanza en esta tierra tiene rostro de santidad. Perú engendró santos que han abierto caminos de fe para todo el continente americano; y por nombrar tan sólo a uno, como Martín de Porres, hijo de dos culturas, mostró la fuerza y la riqueza que nace en las personas cuando se concentran en el amor. Y podría continuar largamente esta lista material e inmaterial de motivos para la esperanza. Perú es tierra de esperanza que invita y desafía a la unidad de todo su pueblo. Este pueblo tiene la responsabilidad de mantenerse unido precisamente para defender, entre otras cosas, todos estos motivos de esperanza.”

El Papa también ha señalado, en presencia del presidente Kuczynski y del cuerpo diplomático, que no obstante los muchos motivos de esperanza, también se manifiestan amenazas que se ciernen como sombras en el horizonte. Entre esas amenazas señaló los atentados contra el medio ambiente, la minería informal, la destrucción de bosques y ríos, la “trata de personas” como nueva forma de esclavitud. Otra de esas amenazas contra la esperanza es la corrupción que tanto daño hace a los pueblos latinoamericanos y a las democracias de este continente. El Papa llamó a la corrupción como “un fenómeno que lo infecta todo, siendo los pobres y la madre tierra los más perjudicados. Lo que se haga para luchar contra este flagelo social merece la mayor de las ponderaciones y ayudas… y esta lucha nos compromete a todos. Unidos para defender la esperanza, implica mayor cultura de la transparencia entre entidades públicas, sector privado y sociedad civil, y no excluyo a las organizaciones eclesiásticas. Nadie puede resultar ajeno a este proceso; la corrupción es evitable y exige el compromiso de todos” (Discurso en el Patio de Honor del Palacio de Gobierno en Lima, el día 19 de enero de 2018).

En su homilía en la misa celebrada en la ciudad de Trujillo, el día 20 de enero de 2018, el papa Francisco volvió a referirse al tema de la esperanza. Señaló que “¡Los peruanos, este momento de su historia, no tienen derecho a dejarse robar la esperanza! En su homilía en la Base de las Palmas (el día domingo 21 de enero de 2018), el Papa pide mantener viva la llama de la esperanza, para ello se necesita de testigos y profetas de la esperanza: “¿Cómo encenderemos la esperanza si faltan profetas? ¿Cómo encararemos el futuro si nos falta unidad? ¿Cómo llegará Jesús a tantos rincones, si faltan audaces y valientes testigos? Al concluir la misa en la Base de las Palmas (el día domingo 21 de enero), en su saludo final, o de despedida, el papa Francisco dijo: “Comenzaba mi peregrinación entre ustedes diciendo que Perú es tierra de esperanza. Tierra de esperanza por la biodiversidad que la compone, con la belleza de una geografía capaz de ayudarnos a descubrir la presencia de Dios. Tierra de esperanza por la riqueza de sus tradiciones y costumbres que han marcado el alma de este pueblo. Tierra de esperanza por los jóvenes, los cuales no son el futuro, sino el presente de Perú.... Hermanos peruanos, tienen tantos motivos para esperar, yo lo vi, lo “toqué” en estos días. Por favor, cuiden la esperanza, que no se la roben.  No hay mejor manera de cuidar la esperanza que permanecer unidos, para que todos estos motivos que la sostienen, crezcan cada día más. La esperanza no defrauda (cf. Rm 5,5).

En el aeropuerto Jorge Chávez de Lima, en el momento de despedir al Papa, el Nuncio Apostólico en el Perú, Mons. Nicola Girasoli, manifestó que el papa Francisco se había emocionado por la gran acogida y el enorme cariño expresado por el pueblo peruano. El Nuncio señaló: “El Perú ha entrado en el corazón del Papa, y el Papa ha entrado en el corazón del Perú.” A las 7:12 pm (hora local) del domingo 21 de enero de 2018 el avión que trasladaba al papa de regreso a Roma despegaba del suelo peruano. En ese vuelo de retorno a Roma, como es habitual, hubo una Rueda de Prensa del Papa Francisco, en la que respondió a diversas preguntas de los periodistas que lo acompañaban. Se le preguntó “¿Qué se lleva del viaje al Perú? El Papa respondió: “Me llevo la impresión de un pueblo creyente, un pueblo que pasa muchas dificultades y las pasó históricamente… pero con una fe que me impresiona, no solo la fe en Trujillo, donde la piedad popular es muy rica y muy fuerte, sino la fe de las calles” (https://www.aciprensa.com). Volvió a decir que el Perú es una “tierra ensantada” (por los varios grandes santos que posee), “creo que la fe la tienen muy calada dentro. Yo me llevo del Perú una impresión de alegría, de fe, de esperanza, de volver a andar…” Concluyendo la rueda de prensa en el avión de regreso a Roma, el papa Francisco señaló nuevamente la emoción que le produjo en su contacto con la gente en su visita al Perú: “En Puerto Maldonado, el encuentro con los aborígenes fue emocionante, un signo al mundo…, me conmoví en el Hogar ‘El Principito’, de ver a esos niños, la mayoría abandonados…. Y la gente, el calor de la gente. Era no creer lo que vimos hoy. De no creer. El calor de la gente. Yo digo: este pueblo tiene fe. Esta fe me la contagia a mí y le doy las gracias por eso” Ibid.,.