Caridades Católicas Examina Temas de Inmigración En Viaje a Honduras, El Salvador y Guatemala

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Lo que una disciplinada estudiante no dijo durante una clase de costura es lo que más llamó la atención al director ejecutivo de Caridades Católicas de la arquidiócesis cuando él y una delegación observaron, de cerca, las vidas de varias personas durante un viaje misionero de cinco días la semana después de Pascua a tres naciones centroamericanas.

Monseñor Kevin Sullivan recordó haber visitado la clase de costura en Honduras y haber observado a una joven mujer, de unos 17 o 18 años, en una máquina de coser "que levantó la vista durante aproximadamente medio segundo y volvió a seguir trabajando en su tela para poder continuar mejorando sus habilidades y obtener un buen trabajo", dijo el a CNY el 1 de mayo en la oficina de Caridades Católicas en el Centro Católico de Nueva York en Manhattan.

“La observé durante toda la visita. Ella levantó la vista esa vez y volvió a concentrarse en su trabajo. Luego él se acercó a la aprendiz y ella le dijo: "Tengo que aprender esto. Esto es lo que necesito hacer para mejorar".

"Eso", dijo monseñor Sullivan, "fue realmente impresionante para mí".

Monseñor Sullivan fue parte de una delegación a las naciones centroamericanas de Honduras, Guatemala y El Salvador, países denominados como el Triángulo Norte, del 22 al 26 de abril, la cual también incluyó al contralor del estado de Nueva York Thomas DiNapoli y a Stuart Appelbaum, presidente de la unión de trabajadores de tiendas minoristas, mayoristas y grandes almacenes. También representaron a Caridades Católicas Luz Tavarez, directora de relaciones gubernamentales y comunitarias, y Fanny Gómez, especialista en redes sociales, comunicaciones y mercadotecnia. La misión incluyó un trabajo coordinado con la agencia Catholic Relief Services.

Lo que hace que la delegación sea un recurso valioso para sus colegas y para otras personas, dijo monseñor Sullivan, es la diversidad de las personas que ellos pudieron conocer.

"Hablamos con familias cuyos integrantes habían emigrado o desaparecido", y quienes podrían estar muertas. “Nos reunimos con agricultores que ya no pueden mantenerse a sí mismos debido a la volatilidad de los precios del café, ya sea debido al mercado internacional o a las sequías causadas por el cambio climático. Nos reunimos con líderes de la Iglesia", incluyendo al cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, Honduras, y el cardenal José Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador, El Salvador, “para entender la perspectiva de la Iglesia en esas situaciones".

También se reunieron con obreros de fábricas, líderes sindicales, personas de la embajada de los Estados Unidos y del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de los Estados Unidos. Visitaron tres centros de migración, uno de los cuales está dirigido por la comunidad Scalabrini, donde aquellos que migran recibieron aliento y ayuda en su camino. Otra parada, dijo monseñor Sullivan, fue el centro de migración administrado por el gobierno salvadoreño "el cual es un centro de recepción para los cientos de retornados de los Estados Unidos que llegan todos los días". También visitaron un centro de migración de Scalabrini que tenía funcionarios gubernamentales en el mismo sitio, registrando personas y ofreciendo ayuda adicional a aquellos que van regresando.

Monseñor Sullivan dijo que tenía una mayor conciencia "de que este es un problema americano. No un problema de los Estados Unidos, y tampoco un problema del Triángulo Norte. Es una crisis de las Américas incluyendo a América del Norte, América Central, y a América del Sur".

“Tenemos una crisis migratoria en las Américas. Donde creo que ha habido una falta de enfoque y una falta de comprensión es que cuando miramos la frontera entre los Estados Unidos y México, lo que vemos es el síntoma de la crisis. Los problemas están mucho más presentes en los países que visitamos".

Aunque los síntomas deben abordarse, las causas subyacentes también deben examinarse; de lo contrario, los síntomas volverán a aparecer, dijo monseñor Sullivan.

“A menos que se enfrenten los tres temas de desarrollo económico, de extorsión y violencia, y la integridad del gobierno, no podrá hacerse el tipo de impacto necesario en la actual crisis migratoria.

"Lo que necesitamos es una pasión para resolverlo y una perseverancia para mantener esa pasión por años", dijo monseñor Sullivan.

"Lo que cada persona nos dijo, es que lo que hacen las organizaciones como Catholic Relief Services, lo que hacen otras organizaciones no gubernamentales (ONGs), lo que hace la agencia USAID, está realmente haciendo un impacto".

Lo que resonó con la Sra. Tavarez fue "cuán esperanzadas se veían las personas" en los tres países. "Escuchamos muchas historias, y aún así, parecían tener la energía para continuar su lucha".

Otro punto, añadió la Sra. Tavarez, "es que estas personas no necesariamente quieren migrar a los Estados Unidos. Para muchos, simplemente no existe otra alternativa ya que el problema de violencia es sumamente grave, y la economía no es tan fuerte como podría serlo, de tal forma que terminan enfrentándose a una decisión muy difícil".

La Sra. Gómez valoró la oportunidad que brindó el estar en aquel lugar para incorporar dicha experiencia a su trabajo en las redes sociales. "Es muy, muy diferente cuando se está en el sitio mismo y se pueden ver las caras de estas personas mientras nos hablan, y cómo elevan o disminuyen el sonido y el tono de su voz mientras nos van contando los puntos clave de sus historias", ella dijo.

Monseñor Sullivan celebró la misa para los delegados el quinto día de Pascua y el sexto día de la Pascua en San Salvador, El Salvador, en la capilla del hospital de la Divina Providencia, donde San Oscar Romero fue asesinado en marzo de 1980 mientras decía misa. "No hay mejor historia que la historia de la Pascua para resaltar cómo la situación más oscura, la muerte de Jesús el Viernes Santo, se puede transformar en una nueva vida", dijo monseñor Sullivan.

"Yo diría que fue algo lleno de gracia poder hacer el viaje en ese momento".

De regreso en los Estados Unidos, la delegación "ya se ha reunido y discutido con personas en la ciudad de Nueva York, con personas del estado de Nueva York, con funcionarios del gobierno federal", el añadió, "para compartir lo que aprendimos".