El V Encuentro Está Vivo y Continúa en Nueva York

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El proceso de cuatro años del V Encuentro ha sido largo y arduo para muchos y ha impartido numerosas bendiciones. En los últimos meses, el proceso ha continuado en silencio, pero estoy aquí para decirles que el Encuentro permanece y está vivo en Nueva York.

 Muchos de ustedes que participaron tuvieron la experiencia positiva de un proceso espiritualmente impactante del V Encuentro a través del Encuentro Arquidiócesano, Regional y Nacional que tuvo lugar en el año 2018. La experiencia de Encuentro superó nuestras expectativas y ahora hay una oportunidad para ayudar a que su impacto se extienda y prospere.

Los Encuentros establecieron un proceso muy necesario de escuchar las voces de nuestros Hispanos/Latinos en las periferias, especialmente de nuestros jóvenes y jóvenes adultos, para comenzar a identificar áreas ministeriales prioritarias en el conjunto de los Estados Unidos. El proceso fue un éxito en Nueva York e identificamos un total de ocho áreas ministeriales prioritarias que se abordaron en los Encuentros.

Las estadísticas de cada uno de los eventos son impresionantes:


• El Encuentro Nacional—participación de 2,495 delegados diocesanos, 125 obispos y 345 organizaciones.


• El Encuentro Regional—participación de 8 obispos, 300 delegados y 4 organizaciones católicas.


• Encuentro Arquidiocesano—participación de 600 delegados diocesanos y 4 obispos.

Como muchos de ustedes ya saben, el objetivo del V Encuentro es evangelizar, crear discípulos misioneros en cada parroquia, diócesis, y organización de la Iglesia Católica y desarrollar las mejores prácticas en nuestros ministerios pastorales. Estas históricas reuniones eclesiales comenzaron en las parroquias. Desde las parroquias el proceso se trasladó a la región finalizando en el Encuentro Nacional.


Ser un discípulo misionero no significa que estemos separados de la Iglesia; significa evangelizar en la vida de la Iglesia y compartir el Evangelio con otros mientras vivimos en el amor de Dios en nuestra vida diaria. Debemos dar testimonio viviendo nuestra fe y no avergonzándonos de nuestra identidad Católica y difundiendo la Buena Nueva de Jesús de manera explícita. El discipulado, el misionero, es salir de nuestras zonas de comodidad, ayudar a nuestros fieles, a nuestro clero, y aquellos que se han alejado de la Iglesia e invitarlos a considerar el poder del Evangelio.


El Papa Francisco en su discurso a los sacerdotes del mundo en la Misa Crismal del Jueves Santo, recuerda a nuestros sacerdotes que han de ser como “pastores que viven con el olor de las ovejas”. Nuestros líderes laicos también deben seguir esta metodología para ser líderes siervos modelos en la Iglesia. ¡Cuando alcanzamos este momento en nuestras vidas, somos capaces de servir a todos! ¿Podemos contar con usted en la conversión de discípulo misionero/líder siervo?

Para aquellos de ustedes que no tuvieron la oportunidad de participar en el proceso del Encuentro, me complace informarles que el V Encuentro no está completo y continuará. El proceso del Encuentro ha finalizado, pero las planificaciones de las respuestas estratégicas en el V Encuentro continúan. Los obispos-delegados designados, el clero, el personal de la Oficina del Ministerio Hispano, los equipos Arquidiocesano y Regional pronto se reunirán para planificar eventos de servicio como un seguimiento en respuesta a las áreas ministeriales que se abordaron en los Encuentros.

¿Qué significa eso? Hemos escuchado las voces de nuestros feligreses, de nuestro clero, de nuestros obispos, y ahora es el momento de comenzar a trabajar con nuestros fieles para establecer una respuesta bien pensada a las áreas ministeriales identificadas. El objetivo es planificar la implementación de cada una de las ocho áreas ministeriales y formular una estrategia pastoral.

La misión del V Encuentro es trascender nuestras comunidades parroquiales a un área más amplia y construir el Reino de Dios más allá de las márgenes de nuestra Iglesia.