En Peekskill, Caridades Católicas Brinda Asesoría Legal a Inmigrantes

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Christa Temple, miembra del personal de Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Nueva York, y varios colegas ofrecieron una Clínica Legal Comunitaria el 13 de mayo en la parroquia de la Asunción en Peekskill.

“Tenemos voluntarios que realizan una evaluación inicial y llevan a los clientes a uno de los abogados de inmigración de nuestra propia oficina o de otras organizaciones, o incluso a un abogado privado; de tal forma que puedan hablar con ellos acerca de sus opciones”, la Sra. Temple dijo a Catholic New York en una entrevista durante el evento que duró cinco horas.

La Sra. Temple agregó: “Nuestro programa de Clínica Legal existe desde 2017. Nuestro propósito es brindar servicios legales de inmigración gratuitos, confidenciales y de calidad a las comunidades. El objetivo aquí hoy es traer esos servicios al valle del río Hudson, a un lugar donde los clientes puedan sentirse seguros y donde puedan venir y tener una consulta integral con uno de nuestros abogados de inmigración”.

La Sra. Temple es una gerente del programa de Servicios Legales de Inmigración en Caridades Católicas. La clínica se llevó a cabo en el Salón Padre Wilson de la parroquia y la asistencia fue posible mediante cita previa debido a las restricciones de Covid-19. Cerca de 60 inmigrantes buscaron ayuda esta vez, asistidos por 27 voluntarios, incluyendo siete abogados de inmigración.

La evaluación de los casos incluyó determinar si los clientes y sus familias eran elegibles para los programas de ayuda de servicios sociales. Las agencias asociadas incluyeron Make the Road New York, el Proyecto de Defensa de la Libertad del Estado de Nueva York, las Religiosas del Sagrado Corazón de María (también conocidas como el RSHM Life Center), Neighbors Link, y la Asociación de Abogados del Condado de Westchester.

El personal de la división de Servicios para Inmigrantes y Refugiados de Servicios Comunitarios de Caridades Católicas brindó información y consultas gratuitas sobre servicios legales de inmigración y otros servicios importantes para inmigrantes documentados e indocumentados, incluyendo una presentación de Conozca sus Derechos o Know Your Rights como una guía para encuentros con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (conocido en inglés por sus siglas ICE). Las clínicas legales se llevan a cabo mensualmente, usualmente en reuniones parroquiales o salones de eventos en la arquidiócesis.

Los empleados de ArchCare, el ministerio de atención médica de la arquidiócesis, y Sunriver Health, un proveedor de atención médica sin ánimo de lucro con sede en Peekskill, ofrecieron exámenes generales de salud gratuitos, y también ofrecieron vacunas contra el Covid-19 y distribuyeron pruebas caseras para el virus.

Otra coordinadora principal de la clínica legal fue Susan Marks, quien dijo: “Desde una perspectiva logística, esperamos ver que los casos avancen más rápidamente en las agencias de inmigración y en los tribunales de inmigración; y queremos que las políticas y leyes del Congreso sean más incluyentes y que estén disponibles para las comunidades que vienen aquí a buscar refugio”. La Sra. Marks es gerente del departamento de Asociaciones y Compromiso de Servicios Comunitarios de Caridades Católicas.

Lesly Santos fue una de las abogadas que brindó asesoramiento legal gratuito y referidos a inmigrantes que buscaban ayuda para superar los obstáculos relacionados con su estatus migratorio.

“De regreso a la oficina, yo reviso todas las notas, decido a dónde podemos remitirlos o si podemos tomar su caso”, señaló la Sra. Santos. “Esto es extremadamente importante; es una parte integral de uno de nuestros servicios; advertimos contra el fraude... El área del valle bajo del río Hudson tiene muy poco acceso a asistencia legal de inmigración pro bono. Nos aseguramos de que las personas vean abogados que sean efectivamente abogados y de buena reputación”.

La Sra. Santos es la abogada principal de Caridades Católicas del proyecto de Clínicas Legales Comunitarias de la agencia. Su esperanza es que algún día, entre más pronto mejor, “todas las personas en procesos de inmigración tengan acceso a un abogado gratuito de la misma manera que lo hacemos en los tribunales penales, y políticas justas y equitativas con representación universal”.

Entre los inmigrantes indocumentados se encontraba un hombre divorciado de unos 40 años que emigró de Cuba en febrero con sus dos hijos adultos jóvenes. Él dijo que tiene experiencia en tecnología informática, y que tanto él como sus hijos estuvieron entre los manifestantes en las protestas masivas del verano pasado contra el régimen del gobierno cubano y la nefasta economía de la nación caribeña.

“Entré por Texas. Crucé el Río Bravo con mis dos hijos”, dijo el hombre a CNY. “En Cuba vendimos todo lo que teníamos, tomamos un vuelo a Nicaragua y cruzamos las (varias) fronteras para llegar a los Estados Unidos… Vamos a solicitar asilo, y luego los beneficios (a través de la Ley de Ajuste Cubano para obtener la eventual residencia permanente).

Él también agregó: “Esta (clínica legal) es una gran ayuda, un gran beneficio y recurso. Esta oportunidad te libera de muchas cosas…La esperanza que tengo para mis hijos es inmensa”.