Parejas Casadas Renuevan Sus Votos por Jubileos de Oro

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Daniel Clifford conoció a su futura esposa, Jacqueline, en una cita a ciegas mientras estaba en casa en una licencia de salida de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Los Clifford, feligreses de la parroquia de Nuestra Señora Reina de la Paz en Staten Island, estuvieron entre las 144 parejas que renovaron sus votos en la Misa de Bodas del Jubileo de Oro celebrada por el cardenal Dolan en la Catedral de San Patricio el 6 de junio.

“Hablando del amor a primera vista, de eso fue lo que se trató”, dijo Daniel, de 74 años, a CNY sobre Jacqueline, ahora de 72 años.

La pareja, casada en la iglesia de Santa Ana en Staten Island, celebrará su 50 aniversario de bodas el 12 de septiembre.

“Nos amamos y formamos una familia excepcional. La familia es la fuerza que mantiene todo unido”, dijo Daniel sobre su familia, la cual incluye tres hijas mayores y cinco nietos.

Aproximadamente 850 personas, incluyendo a las parejas del jubileo, asistieron a la misa. Las parejas en la misa y otras 80 parejas también en su jubileo de oro que no pudieron asistir a la misa, recibieron un certificado.

Esta fue la primera Misa de Bodas del Jubileo de Oro desde 2019 debido a la pandemia de Covid-19. Aproximadamente 130 parejas recibieron certificados por celebrar su 50 aniversario de bodas en 2020.

El cardenal Dolan empezó la ceremonia explicando por qué la misa jubilar es tan especial. Al cardenal se unieron en el altar monseñor Robert Ritchie, rector de la Catedral de San Patricio y monseñor Joseph LaMorte, vicario general y moderador de la curia.

“Celebramos dos sacramentos”, dijo el cardenal. “Número uno, en esta hermosa fiesta del Corpus Christi, renovamos nuestra fe en la Santísima Eucaristía, y número dos, celebramos el sacramento del matrimonio y el magnífico papel que todos ustedes han tenido en él durante tantos años. Damos gracias a Dios por su fidelidad y tu vocación”.

El cardenal Dolan, en su homilía, volvió a felicitar a las parejas.

“Ahora, la verdadera razón del éxito de su matrimonio es porque hace 50 años ustedes le pidieron a Dios que fuera parte de ello”, dijo el cardenal. “Conocemos ese viejo dicho: se necesitan dos para que un matrimonio funcione”.

“Hace cincuenta años o más, ustedes dijeron: 'Ah, no del todo'. En realidad, se necesitan tres: me necesito, te necesito y necesitamos al Señor, y es por eso por lo que ustedes se decidieron por el sacramento; porque necesitaban la ayuda de Dios. Ustedes dijeron: 'Cariño, te amo' o 'Mi amor, te amo', pero este es un desafío que estamos asumiendo y vamos a necesitar toda la ayuda que podamos obtener, el uno del otro, de nuestros amigos, de la familia, eventualmente de nuestros hijos y nietos. Pero sí que necesitamos la ayuda de Dios y por eso es que ustedes vinieron por el sacramento".

El cardenal Dolan habló más tarde sobre la fiesta del Corpus Christi y cómo el matrimonio de las parejas jubilares ayuda a que la Iglesia crezca.

“Hoy mis hermanos y hermanas es la Fiesta del Corpus Christi”, agrego el cardenal. “Ahí es cuando damos gracias a Dios por el don del cuerpo y la sangre de Su hijo en la Sagrada Comunión, en la Eucaristía, pero también quiero felicitarlos a todos por la edificación del cuerpo de Cristo, la Iglesia.

"San Pablo nos dice que la Iglesia es el cuerpo de Cristo. Sí, la Eucaristía es el cuerpo de Cristo, pero también lo es la Iglesia y ustedes han ayudado a construir el cuerpo de Cristo que llamamos Iglesia.

“Hace cincuenta años, eran ustedes dos y Dios. Ahora hay hijos y nietos y tal vez bisnietos, y el cuerpo de Cristo ha crecido gracias a su sacramento.

“Cada vez que venimos a misa, volvemos a la Última Cena, ese primer Jueves Santo, y cada vez que pensamos en el matrimonio, volvemos a Caná donde Jesús, a pedido de su madre, obró ese primer milagro para esa pareja de casados en Caná".

Después de su homilía, el cardenal invitó a las parejas jubilares a ponerse de pie, tomarse de la mano derecha y renovar sus votos matrimoniales.

Peter y Rose Altieri vivían en el mismo vecindario de la avenida Arthur en el Bronx y se casaron en la iglesia de Nuestra Señora del Monte Carmelo en el Bronx el 1 de mayo de 1971.

“Él era un hombre maduro, agradable, digno de confianza y respetuoso. Era un tipo muy guapo”, dijo Rose, de 74 años, acerca de su esposo, ahora de 82.

Participar en la misa en la Catedral de San Patricio fue especial para Rose, cuya hermana Jenny DiFroscia murió el 1 de mayo.

“Fue especial porque quería que mi hijo y mis nietos fueran testigos. Fue una celebración religiosa y algo para que mi hijo y mis nietos recuerden”, dijo Rose. Los Altieris son feligreses de la parroquia de Santa Ana en Yonkers.

Mike y Marilyn Galvin, ambos de 73 años, se casaron en la iglesia de Santa Francisca Romana en el Bronx el 17 de abril de 1971 y ahora son feligreses de la parroquia de San Antonio en Nanuet. Ambos asistieron a escuelas católicas al igual que sus tres hijos. También tienen dos nietos.

“Mis hijos conocen los sentimientos que tenemos el uno por el otro y lo ven en nuestro matrimonio”, dijo Mike. “Ponemos todo en nuestro matrimonio y en nuestros hijos, y estoy muy orgulloso de mi familia. Todos ellos resultaron siendo personas maravillosas.

"Sin duda, tenemos la suerte de cumplir 50 años".