En la iglesia Santa Rita de Casia en el Bronx, el cardenal Dolan celebró una misa con una reliquia del beato Carlo Acutis la cual formará parte de la Renovación Eucarística Nacional en los Estados Unidos.
“Viva beato Carlo Acutis”, dijo el cardenal Dolan durante las palabras de bienvenida en la liturgia vespertina bilingüe celebrada el 7 de abril.
El cardenal agradeció al arzobispo Doménico Sorrentino de Asís por su visita y por compartir la reliquia del joven.
"Santa Rita de Casia está aquí con nosotros. San Francisco (de Asís) está aquí con nosotros en presencia del obispo de Asís y, sobre todo, Jesús está aquí en el Santo Sacrificio de la misa”, añadió el cardenal.
La homilía fue pronunciada en español e inglés por el arzobispo Sorrentino, quien también dirigió a los fieles en oración hacia el final de la Hora Santa que precedió a la misa. Aproximadamente 550 personas asistieron a la misa y más de 300 estuvieron presentes para la Hora Santa.
Después de la misa, el cardenal Dolan bendijo la reliquia, encasillada en un relicario dorado, y muchos de los fieles se pusieron en fila para venerarla. Una gran foto del beato Carlo estaba expuesta en el área del altar. La reliquia del joven es un fragmento del pericardio, la membrana que rodeaba y protegía su corazón.
“Es una peregrinación de fe y de santidad”, dijo el arzobispo Sorrentino en su homilía, en alusión a las visitas que ha hecho la reliquia. “Estamos aquí para celebrar la Sagrada Eucaristía... Queridos hermanos y hermanas, es realmente enorme, el misterio que tenemos ante nosotros, un gran misterio. El beato Carlo fue formado de este misterio. Vivió para este misterio. Nunca faltó un día a la Sagrada Eucaristía”.
El arzobispo, líder espiritual de Asís-Nocera Umbra-Gualdo Tadino y Foligno, añadió: “Celebración, adoración y transformación; esto es la Eucaristía…Carlo tenía el corazón lleno de amor por Jesús en la Eucaristía, porque la Eucaristía es el corazón de Dios”.
También habló de la importancia de la unidad familiar, estableciendo y guardando “una alianza personal con Dios”, manteniendo “una amistad con Jesús, una verdadera amistad”, y “especialmente a los jóvenes, vivir una vida de alegría, de alegría en el Evangelio".
Los organizadores de la Diócesis de Asís dijeron que en respuesta a la solicitud de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos y coincidiendo con la exhibición en Nueva York del “Museo de la Memoria, Asís 1943-1944”, el arzobispo Sorrentino había traído la reliquia de Primera Clase del beato Carlo Acutis, el primer milenario en el mundo en ser declarado beato.
A pedido del papa Francisco, la reliquia del joven viajará por los Estados Unidos durante el primer año de la próxima Renovación Eucarística Nacional que durará tres años. La renovación fue anunciada por los obispos de los Estados Unidos en noviembre para renovar la fe y reavivar la creencia en el valor y la presencia real de Jesús en la Eucaristía.
El beato Carlo Acutis, que murió de leucemia a la temprana edad de 15 años en 2006, centró su vida en la Eucaristía precisamente para crecer en su relación con Jesús: “Cuanto más recibimos la Eucaristía”, decía, “más vamos a ser como Jesús.” El beato se esforzó por asistir a misa todos los días y a pasar tiempo en Adoración, creyendo que “cuando nos ponemos frente a Jesús en la Eucaristía, nos convertimos en santos”.
El beato Acutis era bien conocido por usar las redes sociales para difundir la Buena Nueva y documentar los milagros eucarísticos.
Durante la semana que el arzobispo Sorrentino estuvo en Nueva York, él estuvo acompañado por monseñor Anthony Figueiredo, responsable de relaciones internacionales, y Marina Rosati, responsable del Museo de la Memoria. El arzobispo celebró una misa en el Centro de la Diócesis de Rockville Centre para 2.500 estudiantes en la escuela secundaria San Antonio en South Huntington, donde se expuso la reliquia.
En la Diócesis de Brooklyn, el arzobispo dirigió una Hora Santa diocesana para Jóvenes y Adultos Jóvenes en la iglesia de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Astoria, Queens, y una reunión de la escuela secundaria en la Iglesia de la Sagrada Familia en Flushing, Queens, nuevamente incluyendo una exposición de la reliquia.
La reliquia fue entregada el 7 de abril a una delegación de la Conferencia Episcopal en la misa en Santa Rita en el Bronx en donde fue consignada al cardenal Dolan. El profesor Johann Ickx, archivero del papa, asistió a cada uno de los eventos de la semana.
“Es una alegría para mí traer esta reliquia desde Asís”, dijo el arzobispo Sorrentino en un comunicado emitido por su diócesis, “donde el beato Carlo dijo sentirse 'el más feliz de todos' y donde sus restos yacen hoy en el Santuario de la Renuncia, el mismo lugar donde san Francisco, 800 años antes, se despojó de todo para seguir a Jesús.
“Mi oración es que la presencia de la reliquia del beato Carlo despierte en nuestros hermanos y hermanas estadounidenses, especialmente en los jóvenes, el deseo de no desperdiciar la vida, sino de hacer de ella una obra maestra, tal como lo eligió el beato Carlo en nuestra época y San Francisco mucho tiempo antes que él.
Jennsy Herrera estuvo en la misa de Santa Rita con su hijo Jefferson, de 15 años. También estuvieron Leocadia González y su nieto Nathan Reyes, de 8. La Sra. Herrera dijo que era importante para ella que Jefferson asistiera a la misa y escuchara sobre la historia especial del beato Carlo Acutis, modelo espiritual para los jóvenes.
Jefferson dijo a Catholic New York: “Me estoy acercando a Dios. Su fe en Dios (la del beato Carlo) podría ser un buen impacto para mí, para que yo tenga más fe en Dios… Definitivamente (la homilía) me conmovió”.
Los concelebrantes de la misa fueron el obispo auxiliar Joseph Espaillat y el padre Pablo González, párroco de Santa Rita y San Pío V. Al final de la misa, ambos expresaron su alegría y esperanza. El padre González anunció que el arzobispo Sorrentino le había dado separadamente anteriormente otra reliquia del beato Carlo, una muestra de su cabello, como regalo a la parroquia, un anuncio que fue recibido con fuertes aplausos.