Mientras el cardenal Dolan y otros funcionarios arquidiocesanos daban una rueda de prensa sobre el reciente influjo de inmigrantes a Nueva York, Gregory José González miraba con inmensa gratitud por el apoyo moral, logístico y de necesidades básicas que él y su familia han estado recibiendo de la Iglesia en Nueva York.
“Estamos muy agradecidos por todo este apoyo; estamos avanzando poco a poco, gracias a todo el apoyo de la Iglesia”, dijo en español González, de 25 años, un reciente migrante de Venezuela, a Catholic New York momentos antes de la sesión informativa la mañana del 16 de agosto en la acera en frente del Centro Católico de Nueva York en Manhattan.
El cardenal y funcionarios de Caridades Católicas se reunieron con algunas de las familias de inmigrantes dentro del Centro Católico antes de la sesión informativa, incluyendo a la familia González. Gregory González estaba con su esposa Erneisbel, de 20 años, y su hija de 1 año, Valentina.
La Sra. González señaló: “Estamos muy agradecidos; no tenemos recursos y no tenemos trabajo. Todavía no tenemos los documentos que necesitamos para trabajar”. Ellos llegaron a Nueva York desde Texas a principios de agosto.
Durante la conferencia de prensa, los funcionarios y trabajadores sociales de Caridades Católicas arquidiocesanas dijeron que han intensificado drásticamente sus esfuerzos para ayudar a los recién llegados debido al influjo derivado de un gran número de inmigrantes enviados desde Texas y Arizona a ciudades santuario de inmigración, incluyendo a la ciudad de Nueva York. Esa asistencia va desde alimentos y ropa hasta referidos para albergues de refugio de la ciudad y asistencia legal.
Ellos también señalaron que los agentes de la patrulla fronteriza han estado dando a muchos inmigrantes la dirección del Centro Católico de Nueva York y otros sitios de Caridades Católicas como puntos de partida a su llegada a Nueva York.
“A los avisos de comparecencia y los avisos de audiencia se les ha puesto la dirección indebida por parte de funcionarios gubernamentales en la frontera sur. Hasta la fecha, Caridades Católicas en Nueva York ha recibido más de 300 avisos para comparecer”, dijo Maryann Tharappel, una abogada principal de inmigración de Caridades Católicas arquidiocesanas, durante la sesión informativa.
“Estas no son direcciones residenciales. Son direcciones que no funcionan para estos inmigrantes y, peor aún, el gobierno está asumiendo que estas son direcciones donde (los nuevos inmigrantes) pueden recibir correo”. Más tarde la Sra. Tharappel también dijo que Caridades Católicas ha estado tratando de rectificar la situación, sin éxito hasta el momento.
El cardenal Dolan, hablando con los periodistas, dijo: “Estoy realmente agradecido por su compañía hoy. Nunca he estado más orgulloso o agradecido por Caridades Católicas y la arquidiócesis que ahora, al ver que una vez más se han puesto a la altura de un momento de necesidad y urgencia...
“Yo visité a algunas de nuestras familias recién llegadas; los amamos y les damos la bienvenida. Acaban de pasar por una crisis y mucha confusión, algunos de ellos durante meses, caminando desde Colombia y Venezuela”.
El cardenal señaló que las familias le expresaron “una inmensa gratitud a la ciudad de Nueva York, a los Estados Unidos de América, a la Iglesia que aman y que, según me dicen, los ha ayudado en todo el camino.
“Tratamos de ver con los ojos de Jesús. Él es el que nos dijo: cuando era un extraño, cuando era inmigrante, me acogisteis. Así que esa es nuestra perspectiva, ver en estas personas la imagen y semejanza de Dios”.
Monseñor Kevin Sullivan, director ejecutivo de Caridades Católicas arquidiocesanas, señaló que los solicitantes de asilo estaban “huyendo de la violencia, la persecución, la pobreza en sus propios países, para buscar seguridad, protección y oportunidades en los Estados Unidos”.
“Esta presencia pastoral y humanitaria continúa la tradición y el compromiso de la Iglesia de apoyar a quienes se encuentran en situaciones amenazantes y peligrosas... Solo en las últimas seis semanas, más de 1.500 hombres, mujeres y niños han llegado repentina e inesperadamente a nuestras puertas... Nuestro personal está agotado; ellos se han sacrificado”.
Monseñor Sullivan también expresó su gratitud al personal y los voluntarios de Caridades Católicas por sus dedicados esfuerzos, así como a los socios y donantes de la agencia y a los funcionarios y empleados de la ciudad por “su disposición para hacerle frente a esta crisis”.
También habló Marianna Duenas, administradora de casos de Servicios Sociales de Caridades Católicas, quien señaló: “No son solo los servicios que brindamos; es cómo los acogemos a todos y a cada uno de ellos, con esperanza”.
Una solicitante de asilo recién llegada llamada Jennifer dijo a los periodistas en la sesión informativa que después de su duro viaje desde su Venezuela natal, "primero doy gracias a Dios" por toda la ayuda que ha recibido de Caridades Católicas, agradeciéndole por la Sra. Duenas, “este hermoso ser humano”, y todo el personal y los voluntarios dedicados de Caridades Católicas.
Después de la sesión informativa, un hombre de unos 20 años llamado Leonardo dijo a CNY que él y su esposa estaban de luto por su hijo de 3 años, quien se ahogó el diciembre pasado cuando la familia cruzaba un río en Panamá durante la primera parte de su viaje desde su Venezuela natal a los Estados Unidos.
Con Leonardo y su esposa estaba su hija de 1 año. La familia llegó a Nueva York en junio y ahora viven en un refugio de Brooklyn. Ellos estaban justo fuera del Centro Católico de Nueva York poco después de que se llevará a cabo la rueda de prensa, esperando instrucciones logísticas adicionales de parte de Caridades Católicas.