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En honor al Mes Nacional de la Herencia Hispana, el celebrante principal de la Misa de la Hispanidad arquidiocesana anual citó “una fe y una cultura” como algo que sirve como fuente de unidad.
El obispo Emérito Eusebio Ignacio Hernández Sola, O.A.R., de la diócesis de Tarazona, España, fue el celebrante principal y homilista de la misa celebrada del 2 de octubre en la Catedral de San Patricio.
“Como comunidad de hispanos, hoy celebramos el Día de la Hispanidad…Una fe y una cultura nos une, queridos hermanos y hermanas”, dijo el obispo Hernández durante la misa en español.
“Qué importante es la fe para humanizar a los pueblos (del mundo) y la vida misma”, explicó el obispo. “Por eso la Fiesta de la Hispanidad es la fiesta de la humanidad, porque la fe integra y la fe genera apertura hacia los demás… La fe (cultiva) puentes entre pueblos que dialogan, que comparten y viven la solidaridad”.
El obispo también dijo sentirse contento cuando es testigo de las comunidades parroquiales, después de compartir en la mesa de la Eucaristía, de que compartan la fraternidad en reuniones sociales. “Esto nos llama a estar cerca de nuestros hermanos y hermanas, para que nadie se sienta solo”, dijo.
Tales reuniones parroquiales ayudan a muchas personas en los Estados Unidos que viven lejos de su tierra natal y que enfrentan desafíos difíciles aquí, dijo el obispo. “Todos hemos vivido dos años difíciles a causa de la pandemia del coronavirus”, agregó, citando la importancia de crecer en la fe, como se expresa en la lectura del evangelio del día según San Lucas 17, cuando los apóstoles le pidieron a Cristo que los ayudara a aumentar su fe.
“Se sentían limitados, como nosotros; por eso también nosotros debemos pedir: Señor, auméntanos la fe”.
El obispo Hernández señaló que Jesús quiere que “vivamos una fe que sea activa, que este viva, una fe que se refleje en nuestras vidas... Queridos hermanos y hermanas, estamos llamados a servir, a dar algo de nuestra vida en favor de los demás”. El también habló de construir una sociedad más humana, con más solidaridad, que trabaje a favor de muchas personas, de muchas familias que atraviesan momentos de dificultad.
“Les doy la bienvenida a todos a este encuentro eucarístico”, dijo, y agregó que la reunión fue una celebración de acción de gracias y fraternidad. El obispo animó a la gente a hacerlo con fe, “porque la fe es un don de Dios. Pero debemos nutrirla al escuchar la Palabra de Dios y a través de la Eucaristía”. El obispo Hernández también instó a los fieles a siempre recordar la forma en que se practica y se celebra la fe católica en sus países de origen, así como las diferentes formas en que cada país honra a la Santísima Virgen María.
“Ustedes están llamados a preservar sus raíces culturales, a preservar su fe más allá de las fronteras de sus países”, dijo el obispo, quien concluyó subrayando el significado de buscar “un encuentro con el Señor resucitado”.
El obispo Hernández expresó su “profunda gratitud” al cardenal Dolan por la oportunidad de celebrar la Misa de la Hispanidad en la Catedral de San Patricio. También dio gracias a los concelebrantes de la misa y a las personas en las bancas de la catedral provenientes de muchas naciones latinoamericanas.
La Misa de la Hispanidad se hizo posible gracias a la planificación de la Oficina Arquidiocesana del Ministerio Hispano. Los concelebrantes de este año fueron el padre Enrique Salvo, rector de la catedral; el padre Lorenzo Ato, director de comunicaciones del Ministerio Hispano arquidiocesano; y el padre Brian McWeeney, director arquidiocesano del Apostolado Étnico. El Mes de la Herencia Hispana va del 15 de septiembre al 15 de octubre.
Arlett Rojas, presidenta del Comité de Hispanidad arquidiocesano, en sus palabras de clausura, dijo que quería “dar gracias a Dios, a la arquidiócesis y a todos los comités y organizaciones representadas hoy aquí…Gracias por su asistencia y participación en esta celebración conmemorando el Mes de la Herencia Hispana”.
